segunda-feira, abril 03, 2006

La muerte del Papa

Los periódicos anunciaban, No pasará de mañana. Pero la cosa se ha demorado una semana más. Por fin se murió el Papa, y Pamela lo supo en castellano por un periódico de extrema-derecha comprado en un quiosco del centro de Lima.
“No, no fue así”, se recuerda.
Los periódicos, que anticipaban la muerte del Pontífice con tanta prisa, solamente pudieron noticiarla en la mañana siguiente. El Papa murió en la tarde, y eso se supo por la tele.
Pero Pamela solo se ha dado cuenta al cruzar la Plaza de Armas iluminada por la luz temblorosa de unas cuantas velas dejadas por vigilantes religiosos en las escaleras de la Iglesia Santo Domingo.
En aquella noche, histórica noche, Pamela andaba del brazo con Julio conversando tonterías disfrutando del viento fresco de la madrugada limeña. Él, a su vez, reía con gusto y entre besos le decía: “Estamos juntos y el día de hoy será recordado para siempre en todo el mundo. El Papa murió, pero estamos vivos. Estamos juntos. Y somos ateos”.
Hoy por la mañana Pamela leyó la noticia otra vez, ahora en buen portugués, en un periódico de extrema-derecha comprado en un semáforo del centro de Curitiba. “Vaticano celebra um ano de sua morte”.
Ella casi no recordaba. “Habría pasado tanto tiempo”?
Y en aquella noche Pamela caminó por la plaza Tiradentes, y no había velas en las escaleras de la catedral metropolitana. Ninguna vigilia para recordar la fecha. Ella anduvo hasta el cansancio. Entonces se sentó, solitaria y sin rumbo en una de las largas escaleras.
El viento fresco de la madrugada le golpeaba la cara.
La voz de Julio soplaba en su oreja como si fuera noticia vieja.

(Ellos dijeron que jamás se olvidarían. Pero, igual que los periódicos, también los amantes mienten una y otra vez.)

1 Comments:

Anonymous Anônimo said...

En la antigua europa los jovenes invadian las calles cuando un papa moria, era noche para saqueos y expropiaciones.
la tradicion no se ha perdido, puesto que la noche en que murio Karol, dos jovenes profanaron la santidad del sumo pontifice, sudorosos y bestiales, ordenaron al tiempo detenerse.

nunca creas a los medios, lo que dicen siempre es mentira, mas aun en la seccion geografia donde los kilometros se convierten en migajas de pan con veneno para las palomas de la plaza fotografiada, Tiradentes.

12:41 AM  

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